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domingo, 27 de mayo de 2007

Gustos musicales de un loveless

(Canción: A felicidade, de Antonio Carlos Jobim)








Como bien dice el neologismo, es un loveless quien no tiene amor. Pero no porque nadie le quiera, sino porque el loveless elige no tenerlo. Y la razón tiene mucho que ver con la música. Oportunidades de amor siempre hay, pero es un amor con minúscula, un amor con nombre propio, un amor que termina siempre en el desgaste y el olvido.
Y eso no interesa a un loveless. Porque éste prefiere las canciones, ese Amor con mayúsculas que se esconde en las canciones. Siempre hay un momento de la vida en que hay que elegir entre el amor y la música, entre lo terrenal y lo celestial, entre la vida real y la ideal, entre la que a uno le toca y la que uno sueña e imagina. Es un dilema inventado pero que da sentido a la vida de un loveless.
Ahora bien, la cuestión está, claramente, en saber qué música y por qué eligen estos personajes enigmáticos, solitarios, que viven a destiempo del resto de personas. Cuando uno elige vivir en la síncopa, en el contratiempo, en los matices de los tiempos débiles y de los acordes con tensión, en los silencios y en las notas de paso, uno se queda, principalmente, con el jazz. Porque el jazz es una manera constante de inventar y reinventar la música en cada compás, es la alegría del músico que se aleja de las melodía para volver a ella, sabiendo un poco más de sí mismo. El jazz es a la música como el sueño es a la vida de cada día, una manera de vivir los deseos que no se llegan a hacer realidad. Un músico de jazz se atreve a salirse del camino trazado y explora las posibilidades que hay ocultas entre nota y nota de la melodía escrita.
Dicen que el 50% de las infelicidad tiene que ver con no poder superar el pasado. Lo que no se sabe es que el otro 50% tiene que ver con no acertar en la elección entre amor y música, entre vida y arte.
Un loveless vive permanentemente en esa extraña sensación de que la vida se pasa a medida que se van acabando las canciones. Y mientras sigue soñando con esa chica que en vez de hablar le canta al oído. Esa es nuestra suerte y nuestro drama.

jueves, 17 de mayo de 2007

Rarezas del mundo animal

En los últimos congresos de zoólogos ya no se habla de otra cosa: el último descubrimiento en el mundo de la naturaleza son los animales solidarios. Lo de la lucha por la supervivencia se ha revelado como una teoría desfasada y malintencionada. Ahora se llevan los animales comprometidos. Incluso están organizados. Ver blog.
Veamos unos ejemplos para saber de qué estoy hablando.
En la India, en la Selva de Banduskai, hay una especie de orangután que se dedica, en sus horas libres, a ayudar a subir y a bajar de los árboles a todos los topos y animalillos de patas cortas y torpes que por sí mismos nunca podrían hacerlo. Esto llena de felicidad a los topos, que a su vez lo agradecen recolectando frutas de todos los colores para sus amigos los monos.
Pero eso no es todo. Hay un pingüino en la Antártida que sacrifica horas de sueño y se pasa casi toda la noche cantando nanas a los bebés focas que no pueden dormir por el ruido y el frío antártico. Además lo hacen sin pedir nada a cambio, tanto es el placer de ver dormir plácidamente a sus amiguitas recién nacidas tras largas horas de nanas y de cuentos sobre príncipes y princesas foca.
Pero el caso más sorprendente de solidaridad animal es el del armadillo de América del Norte, que se pasa gran parte del verano ayudando a cruzar el bosque a los alces ciegos o minusválidos. Y no contento con eso, nuestro armadillo, rey de la solidaridad, se ofrece voluntario para hacer cortafuegos de un lado a otro del continente, para evitar los incendios que tan alegremente provocan los humanos.
Luego está el caso del leon marino de Madagascar, capaz de decir el abecedario entero con eructos, motivo por el cual es objeto de envidia de todos los adolescentes del mundo, que suelen quedarse en la f. Lo hace, claro está, para entretener a cormoranes y gaviotas mientras incuban en sus aburridos nidos.
Y mientras todo esto ocurre en los bosques y mares del mundo, los humanos, esos seres siempre afanados en llegar antes y mejor que el vecino, miramos con cara de pena a los animales, a los que vemos perder el tiempo tratando de ayudarse los unos a los otros sin preocuparse por la selección natural, la ley del más fuerte o por la misma evolución. Menos mal que algunos humanos han comenzado a tomar ejemplo y ya se está oyendo hablar de las primeras ONG´s.

Para el que crea que todo esto es ficción, que vea el siguiente video.

lunes, 7 de mayo de 2007

Dos tipos de realidad, dos tipos de amor.

Qué difícil hablar de esto con tanta gente mirando, con esta superpoblación de faltos de afectos y de verdades que somos los blogeros y fotologeros, en esta otra realidad paralela y sembrada de bombas-mails que es Internet. Presiento lectores merodeando como alimañas, como animales hambrientos de nuevas ideas, tratando de arrancar un pedazo de carne-confesión de las palabras escogidas, intentando descubrir un nuevo punto débil, un nuevo jeroglífico para traducirme, para saber qué y a quién quiero decir exactamente en cada coma, en cada final de frase.
Sin embargo, me expongo como me gusta y afirmo sin pensar que hay dos tipos de amor, uno para cada tipo de personas, uno para cada tipo de realidad.
Primero está el amor de siempre, el de los domingos por la tarde, el de buenos días cariño, qué tal has dormido. Es el amor del compromiso, el resultado de un cálculo inconsciente de probabilidades de ser correspondido, el amor-compra por el que nos quedamos con el mejor postor, con el más conveniente, con la persona más completa. Es el amor por el que el otro se acaba convirtiendo en el co-propietario de tu vida, de tu tiempo, en esa mitad imposible de borrar.
Luego está el amor de los pequeños detalles, el que no busca el lote completo, el que le cuesta la vida renunciar a las pequeñas miradas de complicidad que nadie aprobaría, el que fantasea con que detrás de un inocente roce de dos dedos hay miles de palabras silenciadas, escritas pero no enviadas. Es el amor inconveniente, el que se presenta a destiempo y desaparece de repente, el que tiene que esconderse en todos los mensajes anónimos, al final de ciertos mails nocturnos y en forma de unos besos de más en las despedidas. Es un amor que no sabe de fidelidades, que no se cansa, un amor para todos y para nadie.
Afortunadamente, para los que de verdad nos cuesta distinguir entre vivir y escribir, y para los que preferimos esa segunda clase de amor y de realidad, tenemos las palabras y tenemos Internet.
Bueno, claro, y lectores.

sábado, 5 de mayo de 2007

Fotos ganadoras!!!


Bueno, tras un reñido concurso, y descontando los votos malintencionados que algunos tramposos habían intentado colar, este es el resultado del concurso:

Foto artística:
Primer premio: Siesta
Segundo premio: Salta

Foto graciosa:
Primer premio: Éxtasis de Santa Teresa
Segundo premio: Nuestro chino interior

Gracias a todos por participar y por votar. Esperamos que éste no sea el último concurso de fotos, pues también esperamos que éste no sea el último viaje juntos.