Secciones del Blog

martes, 25 de diciembre de 2007

Apuntes de Física


Estaba yo en casa haciendo tranquilamente la fotosíntesis y otros procesos vegetativos necesarios para mantener los pies calientes, cuando de repente me asaltó la duda de si de verdad alguien como yo estaba tan sujeto a la gravedad como se aseguraba tan arrogantemente en los libros de Física.
Dispuesto a demostrar las limitaciones de dicha ciencia, al menos en mi caso, me levanté de mi sillón y decidí prepararme concienzudamente para el gran salto. Enseguida comprendí que dos cosas eran fundamentales, si quería lograr mi objetivo: mantener calor en los pies –clave de la salud en invierno, por cierto- y una voluntad de hierro para permanecer cómodamente en el aire. Había que tener en cuenta que miles de argumentos e imágenes tratarían de seducirme, una vez tomado el impulso necesario, para volver al suelo, para obedecer a las autoridades científicas, para vivir como todos, para atenerme una vez más a la gravedad. Me iba a hacer falta una determinación fuera de lo normal, para vencer las fuerzas magnéticas terrestres y dar un salto que no terminara en el casi instantáneo e involuntario aterrizaje inevitable de los saltos de los demás.
Pero nada era bastante para amilanarme. Conocedor de todas las dificultades, algo dentro de mí sabía que, con la concentración adecuada, volar distancias cortas estaba dentro de mi alcance. Haría falta valor, persistencia, además de una espalda y unos pies de acero. Sin embargo, estaba seguro de poder hacerlo. Porque querer es poder, y porque el futuro no es más que lo que tú quieres que sea. Cerraba los ojos y me veía en el aire, exento de gravedad, flotando a mi antojo. Miles de años, de siglos, de humanos pegados al suelo e incapaces de despegar no iban a dar al traste con mi nuevo desafío aéreo. La gravedad había tenido su momento. Ahora era el mío.
Y entonces salté. Las condiciones eran óptimas y salté. Indescriptible. Desafiando todas las leyes de Newton y de la Termodinámica, abriendo nuevas puertas a la humanidad y forzando la escritura de un capítulo más en los libros de Física, permanecí ingrávido, me deslicé entre las moléculas de hidrógeno durante un tiempo impredecible. Sin embargo, problemas inesperados se interpusieron en mi aventura, pues el frío allí arriba era insoportable. Se me quedaron los pies fríos y tuve que descender apenas unas décimas de segundo después, pues, como todo el mundo sabe, los pies fríos son incompatibles con la ingravidez.
Ya de vuelta a la normalidad, y de nuevo en mi sillón de filósofo, volví a mis tareas biológicas y esperé tranquilamente la llegada del verano. Sin embargo, pronto mi mente volvía a estar inquieta ante otra presunta mentira de los científicos, esos malvados amantes del orden establecido: ¿Existen de verdad los glóbulos rojos? ¿Es un mito la respiración celular? La ciencia podía empezar a tambalearse.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

por fin conseguistes volar??
La próxima vez plantéate saltar con patucos. mucho más calentito,claro que si.



Recuerda buscar en google/imágenes: My name is Earl

Un besote y feliz navidad!
Ratita feliz por el reencuentro

Eva M dijo...

20,9 _ 12,1_3,9,5,14,3,9,1 _ 6,22,5,19,1 _ 21,1,14 _ 20,16,12,16 _ 22,14 _ 13,22,14,4,16 _ 1,2,22,19,19,9,4,16 _ 12,12,5,14,16 _ 4,5 _ 16,19,4,5,14 _ 14,16_ 14,16,20 _ 7,22,20,21,1,19,9,1 _ 1 _ 14,9,14,7,22,14,16_ 4,5 _ 12,16,20 _ 4,16,20.

26_14,16_ 21,5_5,20,21,1,19,9,1,20_5,9,23,9,20,21,9,5,14,4,16_3,16,14_5,20,21,5_13,5,14,20,1,10,5

¿14,16_3,19,5,5,20?

Eva dijo...

Ya me explicaras como lo hiciste! a mi también me gustaría intentarlo, eso si, antes me aseguraria de abrigarme bien!

Besos!

Anónimo dijo...

Otra vez rastreando por aqui...no puedo abstenerme.
,,Porque querer es poder, y porque el futuro no es más que lo que tú quieres que sea,,.
bien dicho lo que pasa que todos creamos nuestra zona de confort de la cual muy poquitos nos atrevemos a salir de ella. Hay que no se atreven ni a soñar, que hablar de accionar.