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viernes, 10 de noviembre de 2006

Sobre la manera correcta de atacar los tigres


Bien, antes que nada aclarar que los tigres sólo atacan a humanos cuando se sienten ofendidos. Otra cosa ocurre con los búfalos, esos cobardes malolientes. En este caso los tigres atacan porque sí, sin más.

Pero con los humanos, como digo, la situación es otra. Si un tigre y un humano se encuentran cara a cara, lo más probable es que el tigre se dé la vuelta y vaya a buscar la soledad de la selva, evitando problemas. Ahora bien, si el humano empieza con indirectas ofensivas del tipo "Pues parece que alguien está en peligro de extinción por aquí...", es posible que el tigre comienze a irritarse.

Aún así, un tigre estandard, tratará de no caer en la sucia provocación del humano medio y correrá para internarse en la selva.

Sólo si el humano persigue al tigre cantando canciones humillantes para los antepasados del tigre se producirá la esperada reacción, más conocida como ataque de tigre, y aquí nos atendremos a la manera correcta en que tal ataque ha de producirse.

El tigre flexionará las patas traseras procurando ganar el impulso necesario para caer directamente en la yugular del humano, que le esperará preferiblemente con gorro de explorador y cara de espanto. Tras el ataque prediseñado por miles de años de evolución, el tigre dará una muerte instantanea, limpia y más que justificada al hombre, quien quedará como un heroe y reducirá a nuestro tigre a la categoría de alimaña, el pobrecito.


Vicente Abril

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A que otros comentarios son susceptibles estos quisquillosos animales ?. Se va a publicar la edición 2007 del " Manual de usuarios para animales listados " ?
pd: me quito el salacot ante tan erudito artículo...
Atentamente.
Morris Waiter.

Anónimo dijo...

Soy de la CNPBYPSFX, o lo que es lo mismo, de la Confederación Nacional de Protección de Búfalos Y Pequeños Sarmientos en Forma de X. Estoy altamente indignado por el estado final en que ha quedado la solemne figura, hasta ahora impecable, del búfalo común. Tigres...conozco bien a esos gatos de gimnasio con uñas de porcelana. Andan por las selvas vestidos de gheisa, y en cuanto ven a un humano hacen todo lo posible por corresponder a la visión romántica que se tiene de ellos...que si gruño, que si te enseño los dientes...bobadas. Los búfalos son cobardes, sí, y malolientes, pero no engañan a doquier por 30 lucas. Esto no quedará así.

P.D.: Relato tigril muy bueno, como siempre. Que no pare esto, y que me sigas obligando a usar las teclas para cosas así.
Un saludo, Rober.

Anónimo dijo...

Quizás no me haya ganado el título de humana, ni tan siquiera el de tigresa, lo que sí que es seguro es que, por años de experiencia, puedo permitirme, si se me permite ser tan ególatra, el hecho de decir que conozco muy bien a ambos y me he visto acechada por las cancioncillas de los humanos como por tigres a los que he ofendido y todavia intentan atacarme.

Entendiendo que nunca llegaré a ser un género en común, por tanto, jamás llegaré a entender lo que otos saben. Pero si todo es nada, lo que sé es lo mismo que todos los demás, que sigo viva, con o sin humanos o tigres.

Deberíamos encontrar a nuestros tigres y salvarlos.

Un beso. Eva (Ausias) :)